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Incapacidad laboral

Incapacidad laboral y cómo solicitarla

La incapacidad laboral es una cuestión compleja que afecta a muchas personas en España, por eso nuestro equipo se especializa en distintas áreas del Derecho y en ayudar a las personas a comprender sus derechos y las vías disponibles para defenderlos. A continuación, abordamos los distintos tipos de incapacidad laboral, cómo solicitar la incapacidad laboral y algunos aspectos que debes considerar.

¿Qué es la incapacidad laboral?

La incapacidad laboral es el estado en el que un trabajador no puede ejercer su empleo debido a una enfermedad o accidente que reduce su capacidad para trabajar. Puede ser temporal o permanente y, en muchos casos, requiere asesoramiento jurídico especializado para asegurar que los derechos del trabajador estén protegidos y que se reciba la compensación adecuada. Un diagnóstico médico es crucial para determinar la gravedad de la condición, lo que influye directamente en el tipo de incapacidad que se puede solicitar.

Tipos de incapacidad laboral

Tipos de incapacidad laboral

Incapacidad temporal

La incapacidad temporal se refiere a una situación en la que el trabajador no puede desempeñar su empleo por un tiempo limitado debido a una lesión o enfermedad. Este tipo de incapacidad puede durar hasta 365 días, prorrogables por otros 180 días si es probable que el trabajador se recupere en ese tiempo. Durante este periodo, se recibe una prestación que corresponde a un porcentaje del salario, variando entre el 60% y el 75%, dependiendo del tiempo que se haya estado de baja. El objetivo de esta prestación es permitir la recuperación del trabajador para que pueda reincorporarse a su empleo.

Incapacidad permanente parcial

La incapacidad permanente parcial se refiere a una situación en la que el trabajador ha perdido parcialmente su capacidad de realizar su trabajo habitual. En este caso, la afectación es igual o superior al 33% de su capacidad total, aunque no implica una pérdida completa de la capacidad para trabajar. Los trabajadores en esta situación pueden seguir trabajando en su puesto con limitaciones o en otros tipos de empleo. La indemnización se calcula en función de la base reguladora y se paga en un único abono.

Incapacidad permanente total

La incapacidad permanente total es la situación en la que el trabajador no puede realizar su trabajo habitual, pero puede desempeñar otras actividades laborales. En estos casos, la persona recibe una pensión equivalente al 55% de su base reguladora, con un aumento hasta el 75% si tiene más de 55 años y se considera que la capacidad para encontrar un nuevo empleo está limitada. Es fundamental analizar si la incapacidad permite desempeñar alguna otra función para entender qué tipo de empleo se podría considerar.

Incapacidad permanente absoluta

La incapacidad permanente absoluta implica que el trabajador no puede desempeñar ninguna actividad laboral debido a su enfermedad o lesión. En este caso, el beneficiario suele recibir una pensión equivalente al 100% de su base reguladora. Los afectados por este tipo de incapacidad no están en condiciones de realizar ningún tipo de trabajo remunerado, y requieren asesoramiento jurídico para maximizar sus derechos.

Gran invalidez

La gran invalidez se da cuando el trabajador, además de no poder realizar ninguna actividad laboral, necesita ayuda para realizar las actividades básicas diarias, como comer o vestirse. En estos casos, la pensión se incrementa con una cantidad adicional, llamada complemento por gran invalidez, que varía en función de la base reguladora y el salario del beneficiario. Se trata de una ayuda esencial para que las personas en esta situación reciban el apoyo necesario.

¿Cómo solicitar la incapacidad laboral?

Solicitar la incapacidad laboral requiere un procedimiento administrativo que puede variar en función del tipo de incapacidad. El proceso suele involucrar los siguientes pasos:

  1. Obtener informes médicos: El primer paso es acudir a un médico que evalúe la condición de salud del trabajador y expida los informes pertinentes. Estos informes son necesarios para iniciar el proceso, ya que documentan el estado de salud y justifican la solicitud.
  2. Presentar la solicitud de incapacidad laboral: La solicitud se presenta ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o el Instituto Social de la Marina (ISM) en caso de trabajadores del mar. Es vital adjuntar toda la documentación médica y laboral relevante.
  3. Evaluación por parte del INSS: Tras presentar la solicitud, el INSS realizará un análisis médico para determinar el grado de incapacidad. Esto puede implicar evaluaciones adicionales por parte de los profesionales médicos del INSS.
  4. Decisión: El INSS emitirá una resolución aprobando o denegando la solicitud. En caso de denegación, el trabajador puede interponer un recurso. Aquí es donde la asesoría legal especializada puede marcar la diferencia para impugnar una denegación injusta o para asegurarse de que se reciba el beneficio correcto.

Factores a considerar

Es fundamental estar bien informado sobre los derechos y beneficios de los trabajadores que solicitan una incapacidad laboral. Cada caso es único, y un asesoramiento jurídico especializado puede marcar una gran diferencia en la resolución de estos casos. Además, el proceso puede ser complejo y con plazos específicos, por lo que un abogado experto puede guiar a los solicitantes a través de cada paso, asegurando que la documentación sea precisa y completa.

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